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Estrategias para tomar decisiones importantes en la adolescencia

Decide con confianza y crea tu futuro

La adolescencia es una etapa de exploración y autodescubrimiento, pero también es un momento en el que los jóvenes comienzan a tomar decisiones que pueden tener un impacto significativo en su futuro. Desde elegir una carrera hasta decidir con qué tipo de amistades rodearse, tomar decisiones importantes es parte del proceso de maduración. Sin embargo, debido a la curiosidad y las emociones propias de esta etapa, puede ser difícil saber cómo tomar las decisiones correctas. Por eso, es fundamental contar con estrategias que ayuden a tomarelecciones más conscientes y responsables.

La importancia de tomar decisiones acertadas

Tomar decisiones adecuadas durante la adolescencia puede influir de manera positiva en el desarrollo personal, académico y social. Sin embargo, tomar decisiones precipitadas o influenciadas por la presión externa puede generar arrepentimientos. Los adolescentes deben aprender a tomar decisiones con confianza, sin dejarse llevar únicamente por las emociones del momento o por lo que otros esperan de ellos.

Autoconocimiento: Conocer tus valores y objetivos

Uno de los primeros pasos para tomar decisiones importantes es tener claro quién eres y qué es lo que valoras. Reflexionar sobre tus intereses, fortalezas y metas a corto y largo plazo te permitirá tomar decisiones alineadas con tus aspiraciones. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué quiero lograr en mi vida? ¿Qué es lo que realmente me importa? Tener un sentido claro de tus valores te ayuda a evaluar las opciones con claridad.

Informarse y evaluar las opciones

No tomar decisiones apresuradas es clave. Es necesario contar con toda la información posible antes de decidir. Investiga sobre las opciones disponibles, ya sea sobre qué carrera estudiar, qué actividades realizar o qué decisiones personales tomar. Analiza los pros y los contras de cada alternativa. Hablar con personas que hayan pasado por situaciones similares, como profesores, padres o profesionales, puede brindarte una buena perspectiva.

Considerar las consecuencias a largo plazo

Las decisiones no solo deben ser evaluadas en función de los beneficios inmediatos, sino también de las consecuencias a largo plazo. Piensa en cómo tu elección afectará tu futuro, tus relaciones y tu bienestar. Por ejemplo, elegir estudiar un grado que no te encanta solo porque está de moda podría traerte satisfacción a corto plazo, pero a largo plazo podría generar insatisfacción y arrepentimiento.

Consultar con personas de confianza

Hablar con alguien que te apoye, como un padre o un amigo cercano, puede proporcionar claridad. A veces, otras personas pueden ver las cosas desde una perspectiva diferente y ofrecer consejos que no habías considerado. Sin embargo, es importante recordar que la decisión final debe ser tuya, ya que tú eres quien vivirá con sus consecuencias.

Escuchar tus emociones, pero sin dejarse dominar por ellas

Las emociones juegan un papel importante en las decisiones, pero también es importante aprender a gestionarlas. Frecuentemente los adolescentes toman decisiones impulsivas basadas en emociones como el miedo, la ansiedad o la presión de grupo. Antes de tomar una decisión importante, tómate un tiempo para calmarte y reflexionar. Practicar la autoobservación puede ayudarte a entender si tus emociones están influyendo en tu decisión.

Establecer un plan de acción

Una vez tomada la decisión, es útil tener un plan claro para llevarla a cabo. Por ejemplo, si decides estudiar una carrera específica, establece metas a corto y largo plazo para alcanzarla, y haz un seguimiento de tu progreso. Tener un plan de acción te da dirección y te ayuda a comprometerte con tu decisión.

Aceptar que no todas las decisiones serán perfectas

En la vida no siempre se toman decisiones perfectas, y está bien. A veces, las circunstancias cambian y las decisiones no resultan como se esperaban. Es importante aceptar los errores y aprender de ellos. Saber aprender de los errores es clave para adaptarse a nuevos problemas y ajustar las decisiones cuando sea necesario.

Beneficios de tomar decisiones bien fundamentadas

Tomar decisiones de manera consciente y responsable ayuda a obtener mejores resultados y a sentirse más seguros e independientes. Cuando se toman decisiones bien pensadas, también se aprenden habilidades importantes como resolver problemas, organizarse y enfrentar dificultades con más fuerza.
Además, elegir con información y reflexión permite llevar una vida más equilibrada, en línea con lo que realmente se quiere y valora, evitando arrepentimientos. También da un mayor control sobre la propia vida y hace sentir más tranquilidad y seguridad sobre el futuro.


La adolescencia es un momento decisivo en la vida de todo ser humano, lleno de oportunidades y retos. Aprender a tomar decisiones importantes de manera consciente y reflexiva es una habilidad que puede influir positivamente en el futuro de los adolescentes. Las estrategias como el autoconocimiento, la búsqueda de información, la consideración de consecuencias y el apoyo de personas de confianza son herramientas fundamentales para hacer elecciones acertadas. Al final, aunque las decisiones no siempre sean fáciles, lo importante es aprender a tomar decisiones con confianza, sabiendo que cada elección es una oportunidad para crecer y avanzar hacia una mejor vida.

Inés Casanovas